Os paso esta adaptación de la archiconocida Tarta de la Viña, pero con una pequeño e importante cambio: sustituyo más de la mitad del queso crema por queso mascarpone. 

El resultado es una tarta más compacta, pero cremosa igualmente. Yo la prefiero así, que se pueda coger con la mano, que no sea una "mousse" de queso. 

Espero que os guste: 

Ingredientes:

500 gr de queso mascarpone

300 gr de queso crema (puede ser marca blanca)

500 ml de nata con un 35% de materia grasa 

6 huevos L ó 7 huevos medianos

350-400 g de azúcar blanca (yo uso ecológica, de la cristalizada)

30 g de harina maicena

Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo y mientras forra un molde con papel de horno humedecido -así es más fácil de manejar-, o unta con mantequilla o usa spray desmoldante.
Yo prefiero forrar el molde por dentro con papel de horno y que quede subido, no al ras del horno, puesto que la tarta sube mucho. 

Pon en el vaso de Thermomix® todos los ingredientes de la tarta y mezcla 30 segundos en velocidad 5-6. Vierte dentro del molde y hornea 50-60 minutos a 200 C con calor arriba y abajo. Vigila el horno en los últimos minutos que cada horno es un mundo.

Sabrás que está hecha cuando por arriba esté ligeramente tostada, aunque se haya abierto un poco no te preocupes. Parece que estuviera sin hacer, pero en ese tiempo estará lista. 

Sácala del horno a una zona sin corrientes y pon encima un paño limpio. Déjala enfriar a temperatura ambiente (NO EN TERRAZA NI EXTERIOR). 

Cuando esté prácticamente fría, puedes ponerle mermelada en la superficie, eso va en gustos. 

Métela en el frigorífico unas tres horas. ¡Que aproveche!

NOTA: es una tarta que congela de maravilla, puedes usar un molde cuadrado y partirla en trozos, envolver bien en film o papel de aluminio y así tendrás tarta de queso cuando quieras. Está deliciosa semicongelada, para tomarla así en verano.